Las empresas que exportan a Estados Unidos vía aérea tendrán que pasar la totalidad de su carga por un lector de rayos X antes que el producto salga del país, a partir del 3 de agosto.
El Aeropuerto Internacional de El Salvador (AIES) ha instalado el lector en la terminal de carga y el 23 de julio pasado se realizó la primera prueba piloto, pero los empresarios temen que signifique retrasos y más gastos.
La máquina tiene capacidad para ver bultos —todo tipo de carga— de hasta 1 metro por 1 metro y cualquier caja o recipiente superior a estas dimensiones tiene que desarmarse para ser examinada y luego armarse otra vez.
“Todos los Estados contratantes somos responsables de velar por la seguridad de los pasajeros y el lugar de destino, en cuanto a cargas y pasajeros”, explicó Yicsy Rodríguez, directora del AIES.
Esto es a raíz de las medidas de seguridad aeroportuaria que impuso Estados Unidos después de los ataques terroristas de septiembre 2001 en Nueva York.
Inconvenientes:
Juan Carlos Mendoza, presidente de la Gremial de Empresas de Transporte Expreso (GENTE), indicó que el problema no es tanto la medida como el tamaño. “El inconveniente es la máquina, porque es ideal pero para la terminal de pasajeros” y el proceso se convierte en un “embudo”.
Mendoza recomendó usar, por ejemplo, una de 2 metros por 2 metros, para que no sea necesario armar y desarmar bultos.
Sin embargo, el jefe de la terminal, Julio Pineda, dijo que se habían inspeccionado 1,093 bultos en 25 minutos, en un horario previsto de 6 de la mañana a 10 de la noche.
Mendoza insistió que los retrasos provocan costos en cadena, tanto para el exportador como para la empresa contratada para llevar el producto.
Rodríguez matizó comentando que por lo menos durante la prueba realizada la semana pasada se encontró que son necesarios en promedio tres segundos más para la revisión. Finalmente, indicó que si bien siempre buscan mejorar el servicio, el problema es tener los recursos suficientes para esto.
Texto original: LPG, vía Mario A.