Santa Ana es una ciudad salvadoreña llamada de manera coloquial la “Ciudad Morena”, su nombre también lo lleva la cabecera del municipio, el departamento, el distrito y la sede de la diócesis; Es la principal urbe de la zona occidental del país, ubicada a 64 kilómetros de San Salvador (31 MN desde Ilopango).
Al igual que todas las ciudades de nuestro país, Santa Ana posee una extensa historia que data desde la época precolombina, pasando por el colonialismo, la independencia, la república cafetalera, el conflicto armado y la post guerra, hasta llegar a nuestros días. Dentro de este amplio legajo histórico-cultural, la aviación también tiene un espacio propio, al haber funcionado dentro de ese municipio un aeródromo, llamado “Pista El Palmar” (MSSA), nombre que provino de la finca “La Palma” cuyos ingresos ayudaron a financiar la compra del terreno y construcción de sus instalaciones.
La pista El Palmar con una orientación magnética 02 – 20, se construyó al sur de Barrio Nuevo, en la ahora colonia Altos del Palmar, situada al sur de la ciudad (13º 58’ 89º 34’) a tan solo 3 kms del parque central y del cuartel de la ciudad (antes Regimiento de Artillería). El terreno que se encuentra a una elevación de 2,152 pies MSL (656 metros MSL), estuvo constituido por un área poligonal de aproximadamente 13 ½ manzanas, dentro de él, una pista de grama con una dimensión de 2,600×26 pies (793×8 metros).
Desde la creación de la Flotilla Aérea Salvadoreña (ahora Fuerza Aérea Salvadoreña) bajo la presidencia del Dr. Alfonso Quiñónez Molina el 20 de marzo de 1923, todos los medios aéreos (nacionales e internacionales) se concentraban en el recién inaugurado aeropuerto de Ilopango, siendo poco frecuentes los aterrizajes de aeronaves militares en campos semi preparados a lo largo y ancho del territorio nacional.
La iniciativa de construcción de la Pista El Palmar fue un esfuerzo del Estado Salvadoreño a partir de 1931, bajo la presidencia del General Maximiliano Hernández Martínez. Para esa fecha Santa Ana había alcanzado el segundo lugar como la ciudad más importante del país (en cuanto al desarrollo económico) y era una intención del Gobierno fomentar el mejoramiento de las vías de comunicaciones terrestres y aéreas para impulsar el comercio interno y externo (para el caso de Santa Ana, con Guatemala). Con ese objetivo, el Poder Legislativo autorizó la aplicación de un impuesto de cuatro centavos de colón (₡ 4/100) por cada galón de gasolina que se vendiera en el departamento a partir del 1º de junio de 1931, a fin de poder obtener los fondos necesarios para la adquisición a adecuación de los terrenos para una pista de aterrizaje, dichos fondos serían administrados por la Junta Pro-Campo de Aviación de Santa Ana, recién constituida.
Las condiciones meteorológicas invernales apresuraron la adecuación de los campos de aviación en los 14 departamentos del país, pudiendo mencionar como evento detonante la tormenta tropical que azotó a la región centroamericana y particularmente a El Salvador desde el día 06 de junio de 1934,
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El Cap. PA Douglas Cornejo Escobar en el libro HISTORIA DE LA FUERZA AÉREA SALVADOREÑA hace una recopilación de ese triste episodio en nuestra historia.
“El año de 1934 trajo consigo la desgracia para el pueblo salvadoreño; días de zozobra fueron vividos por aquellas poblaciones, debido a las inundaciones del mes de junio. Las lluvias habían dejado incomunicados los pueblos, los caminos fueron obstruidos, las vías férreas bloqueadas, líneas telefónicas y de telégrafo rotas y los poblados completamente aislados, incluyendo la capital; en esos momentos angustiosos, surgió la Aviación Militar para romper aquella situación intolerable, con el firme propósito de llevar auxilio a quienes lo necesitaban, y posteriormente, iniciar el transporte de víveres y de correspondencia oficial y particular al interior del país, lanzándola desde los aviones en aquellos lugares donde no había manera de aterrizar, y recogiéndola a través del sistema de campaña del Ejército.
A raíz de las inundaciones de junio, se construyeron campos de aterrizaje en Ahuachapán, Santa Ana, Sonsonate, San Vicente, Usulután, San Miguel, La Unión, Morazán, Cabañas y Chalatenango, esperándose que para 1935, existieran en todos los departamentos y en algunas poblaciones importantes del país”.
Algunas de las actividades desarrolladas por la Aviación Militar, quedaron registradas en el documental realizado por Alfredo Massi (hermano de Enrico Massi) llamado “La Hecatombe” exhibido por su noticiero cinematográfico “Lorotone” a partir del 26 de junio de 1934.
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No pasó tan siquiera un mes después del temporal, para que el Poder Legislativo aprobara un préstamo (Decreto Nº 72) de ₡ 5,000.00 colones a la Junta Pro-Campo de Aviación de Santa Ana para la adecuación del aeródromo; Dicho préstamo sería pagado con los fondos recaudados del impuesto establecido a la gasolina en 1931 y parte de las ganancias anuales de la finca “La Palma” (propiedad de la Junta) a partir de la venta de café y otros productos agrícolas.
La Junta Pro-Campo de Aviación de Santa Ana dejó de funcionar el 30JUN1939 (Decreto Nº 45), después de finiquitar el pago del terreno comprado al señor Francisco Álvarez a un costo de ₡ 3,500.00 colones, el pago del préstamo de ₡ 5,000.00 colones al Gobierno más el valor de la construcción, sueldos y mantenimiento del Aeródromo. A partir del 01 de julio de 1939, la pista “El Palmar” quedó en manos de la municipalidad; asimismo el impuesto a la venta de la gasolina en el departamento de Santa Ana, también cesó a partir del 1º de marzo de 1940 (Decreto Nº 8).
Con el paso de los años y el incipiente crecimiento de la ciudad, la pista El Palmar pasó de situarse en los linderos del casco urbano a ser parte del corazón de la urbe; En el año 1962 comenzó la construcción del nuevo estadio (Llamado Oscar Quiteño a partir de 1977) el cual impuso un obstáculo, por su elevación, para las aeronaves que aproximaban a la pista 20 (rumbo SO) y para las que despegaban de la pista 02 (rumbo NE).
Sería una labor prácticamente imposible determinar de manera certera la cantidad de operaciones aéreas realizadas en la pista el Palmar, en nuestro registro de actividades existen algunos acontecimientos desarrollados en este aeródromo, muchos de ellos con resultados trágicos:
El martes 26 de mayo de 1970 falleció el empresario y deportista de origen Tarraconense Emilio Vidrí Mas al accidentarse en el YS-246P minutos después de despegar de la pista El Palmar. Emilio Vidrí fue campeón en España de los 100 y 200 metros planos en 1944 y 1945.
El lunes 24 de octubre de 1977 resultó ileso el piloto Jorge Álvarez, al accidentarse el YS-125P tras sufrir una falla de motor despegando de la pista 02 (rumbo NE); Los restos de la aeronave quedaron en una sola pieza al costado sur del estadio “Oscar Quiteño”.
El domingo 03 de junio de 1979 terroristas fuertemente armados de las FPL, aprovechando la oscuridad de la noche y la presencia de un solo vigilante en los terrenos, incendiaron dentro de sus hangares tres aeronaves estacionadas en la pista “El Palmar”. Las aeronaves YS-125P y YS-248P eran propiedad del señor Jorge Álvarez y el YS-220P propiedad del señor Francisco García Rossi.
El miércoles 23 de noviembre de 1994 resultaron lesionados Allan Mild y Allan Mild Jr (padre e hijo) ciudadanos de origen guatemalteco al realizar un aterrizaje de emergencia en la pista “El Palmar” la aeronave PA-31 TG-RAS, cuando volaban en ruta San Salvador – Guatemala, el aparato quedó totalmente destruido.
La época de mayor actividad de la pista “El Palmar” fue registrada durante los años de agitación social al final de la década de los 70’s y el conflicto armado, con el crecimiento de las empresas de Taxis Aéreos, llegando a poseer éste aeródromo una estación meteorológica. Después de ese período el uso de la pista fue decayendo y su mantenimiento se limitó a la poda ocasional de la vegetación, teniendo la escasa visita de helicópteros y aviones de uso civil.
Finalmente los terrenos de la pista fueron puestos a la venta a partir de 1994, mientras eran adquiridos por sus nuevos dueños el predio fue utilizado por muchos años para ubicar los juegos mecánicos y la feria ganadera durante las fiestas julias. En el año 2010 el terreno fue preparado para la construcción de los condóminos Procavia; La estación meteorológica (Estación 33: Santa Ana), parte sistema de referencia territorial del SNET ahora funciona desde la UNICAES, terminando así con cualquier vestigio de los 75 años de funcionamiento de la antigua pista “El Palmar” en la ciudad de Santa Ana._
Investigación realizada por Flotilla-Aérea, vía Mario A.
Fuentes consultadas:
– Historia de Santa Ana.
– HISTORIA DE LA FUERZA AÉREA SALVADOREÑA – Douglas Alcides Cornejo Escobar (2002) – ISBN: 99923-0-076-0.
– Archivos F/A.
– Diario Nuevo, El Salvador 1934.
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