El pasado domingo se celebró a lo largo y ancho de nuestro país el desfile que conmemora la gesta heroica independentista que culminó oficialmente el 15 de septiembre de 1821.
Como es tradición, el desfile que más acapara la atención de los salvadoreños, es el que se realiza en la ciudad capital, en el municipio de San Salvador; puesto que es donde se reúne el mayor número autoridades, público y participantes.
Una de las variantes este año, fue que el desfile sería encabezado por el Escalón Militar, seguido de la PNC y por último el desfile estudiantil. Ante la gran responsabilidad que conllevó para la Fuerza Armada en ser el primer bloque en marchar, se buscó desde el recibo de la orden, proponer y materializar variantes que lograra poner un toque de distinción y colorido que saliera del esquema realizado en años anteriores y ante esta lluvia de propuestas, la Fuerza Aérea no se quedó atrás. Una muestra de ello fue la utilización del sistema de humo de colores instalado en aeronaves A-37B quienes en sincronizada formación de “cuña” lograron hacer volar la imaginación de chicos y grandes en su sobrevuelo desde el monumento a “El Salvador del Mundo” hasta el Parque Cuscatlán… Ahí concluye la breve historia, contada a continuación.
* * *
Al recordar nuestro tiempo de estudiante y transportarnos a aquellas clases de Idioma Nacional (para algunos) y de Lenguaje (para los más jóvenes), específicamente al tema: La comunicación. Así pues, mencionamos sus principales elementos: emisor, receptor, mensaje, canal, código, las barreras y muy importante, la retroalimentación.
* * *
La instalación de un sistema “X” en alguna aeronave (por sencillo que parezca) es un proceso delicado que requiere de mucho esfuerzo y supervisión puesto que se tienen que evaluar muchas variantes para que su operación no entorpezca el funcionamiento de otros equipos, que afecte el peso y balance o que pueda poner en riesgo la seguridad de la tripulación, de la aeronave o de terceros.
Después de cumplir con todos los requisitos técnicos durante la instalación, llegó la hora de realizar la primera prueba en tierra con la aeronave encendida. Siendo consciente que lo que se iba a probar era un sistema generador de humo, se tomaron las medidas necesarias dentro de la Rampa Militar de la SBA y por obvias razones se alertó al personal de la Torre de Control, acerca de la prueba que estaba por empezar. Y ahí es donde estamos seguros que algo falló en el “proceso de comunicación”. Pudieron ser los múltiples operadores dentro del aeropuerto que generaron una barrera a la comunicación, pudo haber sido un error involuntario en el mensaje o la misma ansiedad de ver el sistema funcionando, que no dio el suficiente tiempo para que el aviso de la prueba no los tomara por sorpresa.
La verdad es que antes de que el mensaje de alerta llegará a la estación de bomberos aeronáuticos del AIES, el dragón FAS 441 inicio su descarga humo blanco junto a las palabras del piloto de la aeronave, quién en tono jocoso llamó “Dracarys” al activar el sistema. Sin que se consumiera por completo el fluido generador de humo, ya se encontraba a las puertas de “BACO 2” uno de los vehículos Aircraft Rescue and Fire Fighting (ARFF vehicle), listo a vaciar la espuma antiincendios en cualquier objeto que estuviese siendo consumido por las “llamas”.
La atención en la prueba de humo fue desviada por momento cuando alguien gritó: “Ahí están los bomberos!” Pero al entrar a la Base Aérea ya se les había comunicado vía radial que la humareda se debía a un ensayo y que las pruebas continuarían el resto de la mañana.
Nuestros sinceros agradecimientos a todo el cuerpo de bomberos y bomberos aeronáuticos quienes viven en una alerta permanente con un único fin: salvar vidas.
Mario A._