El fenómeno “El Niño” es un evento climático que consiste en un cambio errático de los patrones de movimiento de las masas de aire, provocando en consecuencia, un retardo en la circulación de las corrientes marinas “normales” que desencadenan el calentamiento de las aguas sudamericanas; dicho calentamiento provoca estragos a escala mundial. En Centroamérica, los efectos del Niño tienden a reducir de manera significativa la cantidad de lluvias.
No es nuevo escuchar de las personas mayores que la estación lluviosa siempre se despide con un “temporal” (En nuestro país le llamamos temporal a cualquier período de lluvia constante superior a 36 horas)… Y este año 2009, a pesar del fenómeno del Niño, no parecía ser la excepción.
Las intensas lluvias entre el sábado 7 y el domingo 8 de noviembre por todo el Caribe, dejaron al descubierto la enorme vulnerabilidad que existe en El Salvador. Por las noticias pudimos enterarnos, días antes de ese fatídico fin de semana, de los estragos que estaba causando un nuevo fenómeno natural en Honduras y Nicaragua, pero nadie se imaginó la cantidad de dolor y destrucción que llegaría en una sola noche a nuestro país, su nombre: Tormenta Ida.
El huracán convertido a tormenta “Ida” sorprendió a todo el pueblo salvadoreño. En una sola noche fallecieron más de 130 personas, quedando también de manera casi instantánea al menos 7,000 damnificados. Pueblos enteros quedaron sepultados por el barro, incomunicados por el colapso de puentes o por la inundación de carreteas y caminos. Era una situación que no se vivía en el país desde hace más de 10 años. En 1998, al paso del huracán Mitch, cayeron más de 400 milímetros de agua en cuatro días, con “Ida”, una cantidad similar se precipitó a tierra durante la noche del sábado 07 de noviembre… En tan sólo cuatro horas.
En la madrugada del domingo 08 de noviembre, se convocó a todo el personal de las FFAA para que se hicieran presentes a sus Unidades Militares, debido a que se había decretado alerta roja por las lluvias de la noche anterior; Debo confesar que al recibir la llamada me pareció extraño, puesto que en ese momento el sol recién salía por el este, aparentando ser un domingo normal; En fin, la orden era clara y había que presentarse a la Segunda Brigada Aérea (SBA) inmediatamente.
Al iniciar el trayecto hacia el Aeropuerto Internacional El Salvador (AIES) se fueron evidenciando los estragos de la lluvia, kilómetro a kilómetro se podían observar aludes de tierra que habían convertido una amplia carretera de cuatro carriles en un inseguro camino enlodado de una sola vía.
Una vez reunido todo el personal, se establecieron claramente cuál sería la misión de la Unidad, pudiéndose resumir en tres principales tareas:
Misiones de vuelo: Tener listas las tripulaciones y aeronaves de relevo, en caso de ser necesario el lanzamiento der otras misiones de reconocimiento, manteniendo la alerta permanente de combate.
Al inicio del día ya habían empezado la operaciones aéreas, con las tripulaciones de alerta en dos aeronaves O-2 (FAS 613 y FAS 621) realizando misiones de reconocimiento en las zonas de Verapaz y el bajo Lempa respectivamente, asimismo, se realizó el briefing general de vuelo, el de Seguridad Aérea y meteorológico.
Auxilio a la población civil en el área de responsabilidad: Conformar los equipos de reconocimiento, rescate y evacuación de los habitantes de las comunidades ubicadas en las áreas aledañas a la Brigada.
Manteniendo los cuadros de alerta, se conformaron los equipos con oficiales, suboficiales, tropa técnica y tropa de seguridad de bases aéreas, a fin de realizar evaluaciones y evacuaciones principalmente en las comunidades contiguas al río Jiboa, playa las Hojas, Comalapa, Olocuilta, San Juan y San Luis Talpa y Amatecampo entre otros. A partir de los informes de las aeronaves y las entidades de socorro, fueron enviados destacados a Comalapa cinco helicópteros para realizar evacuaciones en el área comprendida entre las cuencas del río Lempa y el río Jiboa, siendo el primero de ellos en llegar el UH-1H FAS 208… un par de minutos después de su aterrizaje aproximadamente a las 1100 horas, comenzó nuevamente a llover, creando una condición de techo y visibilidad, menor a la permitida para la operación del aeropuerto, a pesar de ello, llegó el resto de los helicópteros.
Una a una las tripulaciones que aterrizaban relataban la destrucción de la cuál habían sido testigos, asimismo las imborrables imágenes de dolor y muerte que habían encontrado a su paso; Una vez los helicópteros fueron reabastecidos se continuaron la operaciones.
En un principio, los equipos abordo de los helicópteros estaban conformados para la evacuación de personal civil y de ser necesario, cuerpos sin vida arrastrados por la corriente; para lo cual se contó con la invaluable colaboración y arrojo de los amigos de la Cruz Roja y Comandos de Salvamento.
En las siguientes salidas, la misión principal fue la de trasladar al personal civil incomunicado por el colapso parcial de la red vial hacia zonas cercanas a los albergues, para ello, no fue necesario llevar rescatistas, así que fue el momento que tomaran su tiempo para descansar y alimentarse.
Para complementar el trabajo de las tripulaciones de los helicópteros, se incluyó a personal de la Brigada; al final del día tuve la oportunidad de viajar junto a un compañero de promoción en el UH-1H 215, pudiendo evacuar a casi 40 personas de la playa Las Hojas hacia uno de los albergues ubicados cerca a la Costa del Sol; labor que se realizó volando a baja altura, con lluvia y en condiciones totalmente nocturnas. Una vez en tierra y luego de hacer los respectivos informes, fue el momento de comentar las actividades de ese día y luego descansar ya que las operaciones iniciarían nuevamente antes del amanecer.
Lunes 09 de noviembre, el cielo totalmente despejado y la tripulación del UH-1H 292 lista, nuevamente tuve la oportunidad de viajar junto a otro compañero de promoción, oriundo de Chalatenango, durante el reconocimiento desde el sector de Amatecampo, hasta el sector sur de San Juan de Letrán (Usulután), pudimos observar como las aguas habían bajado de nivel, evidenciando el daño en la red vial. Asimismo se pudo informar sobre las áreas que habían quedado incomunicadas.
A media mañana, las operaciones de rescate helitransportadas fueron finalizadas en la zona de responsabilidad de la Brigada, por tanto, todos los esfuerzos fueron destinados hacia el sector del Lago de Ilopango, San Vicente y el oriente del país. Para la tarde, cuatro de los helicópteros fueron asignados a otras locaciones.
Recepción de ayuda humanitaria: Preparar las instalaciones y el aparato logístico necesario para convertir a la Unidad en el centro de acopio de una buena parte de la ayuda humanitaria que ingresaría vía aérea al país. Ésta última misión, a pesar de ser la más compleja, fue realizada con sorprendente rapidez y facilidad, la razón para ello fue toda la experiencia que ha alcanzado el personal de la Brigada con los fenómenos naturales que han afectado al país en el pasado (Huracán Mitch en 1998, los terremotos del 2001, tormenta Stan en el 2005, entre otros).
Para el mediodía del día lunes 9 ya estaban listas las instalaciones y conformados los grupos de trabajo necesarios para recibir, clasificar, inventariar y distribuir la ayuda humanitaria de países amigos, hacia donde fuera necesario. Para tal efecto, se contó con la ayuda colaboración del personal del Comando de Fuerzas Especiales (CFE) y de entidades gubernamentales: el Ministerio de Salud, Comité de Emergencia Nacional, Protección Civil, Migración, Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma, por mencionar algunas.
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Dentro del proceso de recepción de ayuda, hubo tiempo para poder convivir brevemente con las tripulaciones y equipo de apoyo extranjero que ingresaron a la Rampa Militar. A continuación una pequeña reseña ordenada cronológicamente, de las aeronaves que nos visitaron (faltan algunas por razones del servicio), a quienes anteponemos el más sincero agradecimiento por disposición, solidaridad y profesionalismo.
Helicópteros de la Fuerza Aérea Salvadoreña.
Presentes desde casi el mediodía del día domingo 08 de noviembre. Qué más se puede decir? A parte de admirar el profesionalismo, coraje y la valentía al realizar misiones de evacuación a una altitud que rozaba la copa de los árboles, con condiciones lluvia y casi de cero visibilidad. Cabe mencionar que esta fue una prueba de fuego, para los helicópteros recién repotenciados, llegando a acumular una buena cantidad de horas de vuelo en corto tiempo sin reportar ninguna discrepancia ni incidente de mantenimiento.
Boeing 727 de “DHL” matrícula HP-1510DAE.
El B-727-264(ADV)(F) (msn 20709) matrícula HP-1510DAE con bandera panameña, fue la primer aeronave con ayuda internacional en arribar a nuestro país en la mañana del 10 de noviembre. Transportó cargamento de la Cruz Roja Internacional, su visita fue tan corta y las actividades tan demandantes que no hubo oportunidad de hablar con la tripulación.
Boeing 727 de “PanAir cargo” matricula HP-1653CTW.
El B-727-277(ADV)(F) (msn 21695) matrícula HP-1653CTW con bandera panameña, esta aeronave arribó al país en la noche del 10 de noviembre, procedente de Tocumen (PAN), realizando un vuelo más el siguiente día, transportando ayuda humanitaria de la Cruz roja y el Gobierno de España.
Al intercambiar palabras la tripulación, Ricardo Ayala (FO), lamentó que fuera así la manera de conocer al país ya que era la primer vez que nos visitaba, en cambio Roberto Ramírez (CAPT), ya lo había hecho con anterioridad e increíblemente la primer vez que arribó a nuestro territorio fue el 06 de Octubre del 2005, transportando ayuda humanitaria para los damnificados de la tormenta “Stan”, al mando de otro B-727 de la desaparecida “Panavia Cargo”.
Boeing 757 de “Arrow cargo”, matricula N-688GX.
El B-757-200 (msn 22688) matrícula N-688GX arribó al país procedente de Miami, simplemente fue impresionante poder apreciar una de estas aeronaves tan cerca. A pesar de las dimensiones y capacidad de carga de este avión, fue tan rápida la manera de cómo se descargó la ayuda que transportaba, que ni siquiera le dio tiempo a la tripulación de salir de la cabina.
C-130 FAV-3134 “Salto Ángel”.
C-130H (c/n 4801) de la Fuerza Aérea Venezolana matrícula FAV-3134, arribó al país un poco pasado el mediodía del 11 de noviembre, realizando un segundo vuelo el día siguiente, procedente en ambas ocasiones de la Base Aérea “Libertador”, Maracay (VEN). Entre algunas características de este carguero, es que posee de forma completa una “Glass Cockpit” (al igual que los otros C-130 de la FAV) a partir de una modernización realizada en el año 2001; asimismo, en su nariz porta el nombre “Salto Ángel”. El comandante de la misión, un oficial con el grado de mayor (bastante reservado al principio), comentó que cada uno de los C-130 de la FAV llevan pintado en su nariz el nombre de una zona geográfica de Venezuela, en este caso, “Salto Ángel”, es el nombre de la caída de agua más alta del mundo, ubicada en el estado de Bolívar.
Cosa curiosa: al piloto y copiloto les llamó la atención los aviones O-2, por lo que fueron llevados para observarlos de cerca. Comentaba el piloto que nunca había visto en detalle una aeronave así (la FAV no ha operado nunca el modelo C-337 / O-2); al observar el interior de la cabina, pudo notar la presencia de mandos duales de control para los motores (aceleradores, paso y mezcla) e inmediatamente preguntó:
–“Oye… y este avión tiene dos motores?”
– Si mi mayor (fue la respuesta).
–“Mmmm y dónde está el otro?”
– Allá atrás (se le indicó).
–“No jodás!!! No lo había visto!!!”…
Siendo ese el momento donde se rompió totalmente el hielo.
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ATR de “Aerocaribbean” matrícula CU-T1512.
ATR-42 (msn 136) matrícula CU-T1512, arribó al país procedente del aeropuerto “José Martí” (CUB), transportando a un grupo de médicos desde la Isla, quienes se incorporaron a las labores de ayuda humanitaria en el sector de Verapaz.
Task Force Bravo.
Procedentes desde la Base Aérea de Palmerola (HON) y pertenecientes a la Task Force Bravo (US ARMY, 1-228 Aviation Regiment “Winged Warriors”), arribaron a la Brigada 04 helicópteros del Ejército de los EUA, para reabastecerse de combustible y transportar ayuda humanitaria, siendo estas aeronaves los UH-60L matrícula 26962, 26956 y 26959 y el CH-47D matrícula 890134.
C-130 de la FAB matrícula BRS 2472.
C-130H (c/n 4452) de la Fuerza Aérea Brasileña matrícula BRS-2472 arribó al país en la tarde del 16 de noviembre, al mando de su Comandante: Mayor de Aviación Amilton Fernandes Pinheiro Jr. Esta aeronave fue entregada a la FAB en el año 2001, adquirida de la Fuerza Aérea Italiana y a pesar de no contar con una “Gloss Cockpit” fue sometido a una actualización en el año 2005, la cual incluyó sistemas de autodefensa (chaff y flares).
FAM y FAV.
El 18 de noviembre fue día particularmente interesante, más que todo por la cantidad de aeronaves estacionadas en la Rampa Militar: A eso de las 1000 horas ingresaron, una tras otra, las instalaciones de la Brigada, tres aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), procedentes de la Base Aérea de “Santa Lucía” (MEX), en el siguiente orden: B-727-100 (c/n 18909) matrícula FAM-3504 al mando del Myr FA PA Daniel Romero Iniesta. El C-130K (c/n 4242) matrícula FAM-3615 al mando del Myr FA PA Enrique Javier Garcia Garza y el C-130K (c/n 4253) matrícula FAM-3617 al mando del Cnel. FA PA DEMA Guillermo Ceja Torres.
Asimismo para la tarde de éste día, arribó nuevamente la FAV, en esta ocasión con el C-130H (c/n 4409) de la Fuerza Aérea Venezolana matrícula FAV-9508 “Auyantepuy”, siendo ésta aeronave bautizada con ese nombre, en honor al “Tepuy” o meseta más famosa y visitada de Venezuela. El vocablo del dialecto “Pemón” Auyantepuy significa: “Montaña del Diablo”, siendo desde su cima, desde donde se precipita el “Salto Ángel”.
C-130 de la FAC, matrícula 1008.
C-130B (c/n 3675) de la Fuerza Aérea Colombiana matrícula FAC-1008, arribó al país el 20 de noviembre desde Bogotá, transportando 10.2 toneladas de ayuda humanitaria acopiada por el Instituto de Bienestar Familiar de Colombia.
Hace falta mencionar muchos héroes anónimos, nuevas amistades y a otros gobiernos amigos, como Japón, Corea de Sur, Estados Unidos de América, etc. cuya ayuda fue recibida en la terminal de carga del AIES y que posteriormente fue transportada vía terrestre a la SBA para su respectivo trámite. Al final de la jornada, la ayuda manejada por los grupos de trabajo en la Segunda Brigada Aérea “Cnel. PA DEM Milton Antonio Andrade Cabrera”, fácilmente superó los 300,000 kilogramos de peso.
En resumen, esta fue parte de las actividades realizadas por la Fuerza Aérea Salvadoreña en las instalaciones de la Base Aérea de Comalapa (BACOM) durante el período de duración de la emergencia nacional por la tormenta IDA. El Grupo Caza y Bombardeo tuvo la satisfacción de haber ejecutado las operaciones de vuelo ordenadas (por razones obvias en menor cantidad que las realizadas por el Escuadrón de Helicópteros), El Grupo Material, Grupo de Seguridad de Bases y todo el personal de la Unidad guarda en su corazón la alegría de haber auxiliado y evacuado a la población civil en el sector de responsabilidad y finalmente el orgullo de organizar y participar en el manejo eficiente de toda la ayuda humanitaria enviada por países amigos vía aérea.
B7._