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Universidad Don Bosco a la vanguardia en aeronáutica

La tendencia a impulsar carreras universitarias tradicionales, como Derecho o Sicología, se rompe con nuevas opciones, como Técnico en Mantenimiento Aeronáutico (TMA).

Algunos lo denominan la carrera del futuro, otros la ven como una opción para mejorar el acceso al empleo, mientras la Universidad Don Bosco (UDB), la única que ofrece TMA en el país, se enfoca en seguir preparando personal calificado para procurar el buen funcionamiento de los aviones y brindarle a los estudiantes un campo diferente para laborar.

La iniciativa de introducir esta carrera el surgió en junio de 2005 y a la fecha es una de las que tienen mayor exigencia y demanda en la universidad.

«Son muchos los que buscan pertenecer a la carrera. El proceso de selección es exhaustivo, ya que deben aprobar un examen y ser buenos en matemáticas», explicó el vicerrector académico, Humberto Flores.

En la fecha de creación la UDB firmó un convenio de cooperación con Aeroman para desarrollar la carrera de técnico en mantenimiento aeronáutico, que cuenta con la certificación RAC 147 de la Autoridad de Aviación Civil (AAC).

El año pasado el departamento de la carrera se convirtió en facultad.

Flores consideró que la carrera ha ido en evolución, ya que en 2005 se inscribieron 28 alumnos, en 2006, 72; en 2007, 133; 2008, 155; en 2009, 212; 2010, 191; 2011, 171; en 2012, 207 y en este momento 300 jóvenes cursan el técnico.

A la fecha se han graduado 237 técnicos, de estos unos 200 han sido contratados por Aeroman. Esta empresa apoya a algunos estudiantes con becas.

«Hemos trabajado de la mano con esa empresa. Algunos hasta han tenido que migrar a otros países para ejercer su labor», recalcó Flores.

Con la preparación técnica, la institución educativa busca formar personas con una elevada formación humana y conciencia social, en mantenimiento aeronáutico con aptitudes suficientes para desenvolverse con un alto grado de eficiencia en los ámbitos de acción tecnológicos y administrativos con los que su carrera los relaciones.

Además forjan profesionales necesarios para operar en el campo de mantenimiento de aeronaves. Estos, también disponen de conocimientos formales de las ciencias básicas, de los sistemas propios de la aeronáutica, programas de mantenimiento, regulaciones aéreas, manuales del fabricante y de procedimientos aeronáuticos, etc.

La universidad pretende que los graduados no se sumen a las cifras que reporta la Organización Mundial del Trabajo (OIT), que en el informe de las Tendencias Mundiales de Empleo Juvenil de 2013 detalla que en este año hay unos 73.4 millones de jóvenes desempleados, 3.5 millones más que en 2007 y 0.8 millones más que en 2011.

Rosa Ayala, de 19 años, es una de las mujeres que ha optado por estudiar el TMA. Ella cree que en este rubro le será más fácil encontrar un buen trabajo y no se sumará a las cifras de la OIT.

«Tengo esto del técnico en la sangre por mi abuelo, pero también creo que una buena opción para mi futuro. He visto a tanto jóvenes sin trabajo y sé que en esta rama hay pocas personas especializadas en el país», comentó Ayala.

El TMA exige a los alumnos sacar notas arriba del siete y mantener buenas calificaciones los dos año de estudios, en los que cursan 28 materias en seis ciclos.

«Como mínimo el estudiante debe llevar siete en sus calificaciones, si no reprobará sus materias», detalló Flores.

El cuerpo de maestros que apoyan el proceso educacional de los futuros técnicos es de 20 catedráticos.

Carrera práctica

En la mayoría de ramas universitarias, los primeros años de estudio se enfocan solo en teoría. Con el TMA es distinto porque desde primer año, los estudiantes se familiarizan con su objeto de trabajo.

Para ello la universidad cuenta con los laboratorios adecuados para aprender haciendo.

Flores aseguró que la universidad ha adecuado parte las instalaciones en Soyapango, San Salvador, para impartir el técnico.

«Tenemos un fuselaje, la mitad de un Boeing 737, una avioneta Cessna 210A, laboratorios especializados, automatización, de robótica, de electrónica», dijo.

Robin Quintanilla, es uno de los becados por Aeroman. Él reconoció que por ser una de carreras «más nuevas» en el país, debe ponerle más empeño y prepararse mejor.

«En mejor lugar no he podido estudiar. Las instalaciones son las más adecuadas, así que cuando vayamos de lleno al campo de trabajo solo haremos que ya hemos practicado en la Don Bosco», afirmó el estudiante.

La entidad educativa invierte entre 60 y 70 mil dólares al año para la compra de un laboratorio.

Para el próximo mes, la autoridades de la universidad están a la espera de una laboratorio de propulsión que abonará a la especialización de los estudiantes.

El futuro del TMA

La creciente demanda de la carrera ha generado que la UDB incide en la necesidad de evolucionar el técnico. En esa línea, el vicerrector anunció que para 2014 podrían implementar la ingeniería en mantenimiento aeronáutico.

Flores ve el futuro de la carrera en la regionalización, la cual prevé que las personas interesados de otros países se aboquen a estudiar en la UDB

«Esperamos que vengan a estudiar de otros países aquí. No se hará por convenio si no por iniciativa personal de los interesado», señaló.

La universidad se actualiza constantemente en el tema, realizan grupos focales con especialistas extranjeros, entre ellos el doctor Bernardo López, quien trabaja en la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (National Aeronautics and Space Administration, NASA) de los Estados Unidos.

Nota original EDH / Nidia Hernández : http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_completa.asp?idCat=75014&idArt=7994733

Vía: Mario A.

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